¿Por qué hay que decirlo? En la etapa de la adolescencia, los hijos empiezan a realizar actividades por propia iniciativa y sin supervisión, es aquí donde se encuentra los peligros más apremiantes según la Dra. Staggers. Se trata de una etapa - dice ella – en el que el muchacho va aprendiendo quien es y cuales sus posibilidades de integrarse al mundo que lo rodea. Si a eso se le agrega la predisposición a tomar riesgos más el poder de la presión de grupo; los peligros se convierten en una multiplicidad de ellos. La etapa adolescente consta de varios períodos que no guardan relación con la edad, sino que se determinan por la forma en que el adolescente funciona, recibe la información la procesa y experimenta cosas nuevas. La adolescencia en su etapa más temprana es un período de ensimismamiento, le preocupan los cambios corporales y están más impulsivos, en la media es más marcada la experimentación, en la etapa más tardía por la independencia en su manera de pensar.
Los años juveniles son emocionantes en grados superlativos pero confusos para ellos y para sus padres. La Dra. Staggers dedicada por más de 20 años en el trato de adolescentes, - dice – la mayoría de los adolescentes necesitan comunicarse con adultos que se interesen por ellos. ¿Cómo lograrlo? Hay que mantener las vías de comunicación abiertas. Padres: a los hijos hay que demostrarles que se interesan por ellos, escuchándolos cuando hace falta, haciéndoles preguntas para ayudarlos a razonar y a prever las consecuencias de sus malas acciones al actuar de una manera equivocada. Hacer énfasis en los beneficios que reportan las buenas decisiones. Tratar de inculcarles la clase de conductas más apropiadas.
Padres no se dejen llevar por lo que opina la generalidad de las personas de que vuestros hijos deben aprender a resolver sus problemas por ellos mismos, la realidad es que los exponen a las malas influencias de personas inescrupulosas y sin principios. Los padres deben aprender a formar a sus hijos conforme a las normas y principios morales, honestidad y decencia.
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El chocolate es mortífero para los perros: La agencia BBC News advierte que el chocolate “causa vómitos y convulsiones a los perros”, y que “dependiendo de la cantidad que consuman, puede matarlos”. El chocolate contiene teobromina, una sustancia química toxica para los perros que daña su corazón, riñones y sistema nervioso central: De acuerdo con dicho informe, “200 gramos de chocolate negro puede matar un perro de 25 kilos (por ejemplo un labrador hembra)”. Para matar un pequeño bastan 30 gramos de chocolate amargo para hacer postres. Ahora bien, el chocolate especial para perros que se vende en tiendas de animales no es peligroso.
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Aviso contra los blanqueadores dentales: De acuerdo con el periódico Milenio de la Ciudad de México, los odontólogos del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, de Guadalajara, advierten que los blanqueadores dentales pueden provocar lesiones y dolor: El daño que pueden causar va “desde un desgaste superficial hasta uno profundo” y es posible que algunos ni siquiera cumplan su objetivo. Según estos especialistas, existen varios tonos de dientes, desde los anaranjados hasta los grisáceos. La odontóloga Rocío Liliana Hernández precisa que los dientes blancos no siempre son reflejo de una buena dentadura, a pesar de que se haya hecho creer a la gente que son los más “bonitos y sanos
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