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viernes, 5 de septiembre de 2014

Hatha yoga para la tercera edad




Hatha yoga para la tercera edad

La práctica de hatha yoga tres veces a la semana durante 8 semanas mejoró, el rendimiento sedentario de los adultos mayores en las tareas cognitivas que son relevantes para la vida diaria, informan los investigadores.

De la Universidad de Illinois, estudiante graduado Neha Gothe y sus colegas encontraron que ocho semanas de clase de yoga mejoraron significativamente el tiempo de reacción de los participantes y la precisión de las pruebas de la función cognitiva. Gothe es ahora profesor de kinesiología en la Universidad Estatal de Wayne en Detroit.

En los hallazgos participaron 108 adultos entre las edades de 55 y 79 años de edad, 61 de los cuales asistieron a las clases de yoga hatha. Los otros se reunieron para el mismo número y, la duración de las sesiones y se involucraron en estiramiento y ejercicios de tonificación en lugar de yoga.

Al final de las 8 semanas, el grupo de yoga fue más rápido y más preciso en las pruebas de recuperación de información, la flexibilidad mental y la tarea de conmutación de lo que había sido antes de la intervención. El grupo de estiramiento y/o tonificación no vio ningún cambio significativo en el rendimiento cognitivo en el tiempo. Las diferencias de edad, sexo, condición social u otros factores demográficos, informó el equipo de investigación.

Hatha yoga, es una antigua práctica espiritual que involucra la meditación y la respiración se centra mientras que un individuo se mueve a través de una serie de posturas estilizadas, dijo Neha Gothe, quien dirigió el estudio con la Universidad de Illinois, profesor de kinesiología y salud comunitaria Edward McAuley, Director del Instituto Beckman Arthur Kramer, también contribuyó al estudio, Gothe es, ahora profesor en la Universidad Estatal de Wayne.

En el Hatha yoga se requiere esfuerzo centrado en el movimiento a través de las posturas, el control del cuerpo y la respiración a un ritmo constante, dijo Gothe. Es posible que este enfoque, sea de un solo cuerpo, la mente y la respiración durante la práctica de yoga puede haber generalizado a situaciones fuera de las clases de yoga, lo que resulta en una mejor capacidad para mantener la atención.


Los participantes en el grupo de intervención de yoga mostraron mejoras significativas en la capacidad de memoria de trabajo que implica, la actualización continua y la manipulación de la información, dijo McAuley. Ellos también fueron capaces de realizar la tarea de forma rápida y precisa, sin distraerse. Estas funciones mentales son relevantes para nuestro funcionamiento cotidiano, como varias tareas y planificar nuestras actividades del día a día.

Estudios previos han encontrado que el yoga puede tener efectos psicológicos positivos inmediatos al disminuir la ansiedad, la depresión y el estrés, dijo Gothe. Estos estudios sugieren que el yoga tiene un efecto tranquilizante inmediato en el sistema nervioso simpático y en la respuesta del cuerpo al estrés, dijo: Ya que sabemos que el estrés y la ansiedad pueden afectar al rendimiento cognitivo, la intervención de ocho semanas de yoga puede haber impulsado el desempeño de los participantes mediante la reducción de su estrés.

Los resultados del estudio son solo preliminares e implican una intervención bastante corto plazo, dijeron los investigadores, Se necesita más investigación para confirmar los resultados y revelar los mecanismos cerebrales subyacentes en juego.

Fuente: Universidad de Illinois en Urbana-Champaign





jueves, 3 de julio de 2014

Incapacidad de muchas mujeres para alcanzar el orgasmo





Incapacidad de muchas mujeres para alcanzar el orgasmo


A mediados del siglo XX, William H. Master y Virginia E. Johnson, pioneros de la investigación de la naturaleza de la respuesta sexual humana. Elaboraron un trabajo denominado “Incapacidad de la mujer para alcanzar el orgasmo” Se trata verdaderamente de, una de las disfunciones sexuales primero descritas y, una de las más conocidas y comunes entre las mujeres, no tanto entre hombres. 

La anorgasmia, que así se llama esta afectación, se manifiesta con la ausencia de clímax tras una fase de estimulación sexual considerada como “normal”.
Normalmente la mujer nace con la capacidad de alcanzar la culminación del acto sexual, que se caracteriza por un placer intenso y por la pérdida de control muscular. Un considerable número de mujeres sufre de una manera reiterada un bloqueo que le impide sobrepasar la fase de meseta previa a la incontinencia característica del orgasmo, especialmente a través de la estimulación coital. 

En España, este porcentaje se aproxima al 40% de la población femenina, donde la décima parte no ha llegado siquiera a experimentar nunca un orgasmo.
Bajo este problema fisiológico, subyacen, en un 95% de los casos, factores psicológicos y culturales., como, pueden ser malos hábitos onanistas o experiencias traumáticas previas, que impiden mantener una actitud relajada y natural ante el incremento de la tensión sexual...


Se debe en menor medida a causas orgánicas como consumo excesivo de fármacos, lesiones o anomalías en el flujo sanguíneo. No obstante, un estudio reciente publicado en la revista Journal of Sexual Medicina ha puesto de manifiesto, otro factor físico que impediría el feliz transcurso hasta la “petite mort”,  el tamaño del clítoris y la distancia de la zona interna con el canal vaginal.

Según este trabajo, un glande clitoriano pequeño y una mayor distancia desde el cuerpo del clítoris a la pared vaginal, están asociados a la anorgasmia. Para obtener esta conclusión, los investigadores del Hospital Buen Samaritano de Ohio (EE.UU), analizaron los hábitos sexuales de unas treinta mujeres, tanto anorgásmicas como de facilidad orgásmica normal, junto con las características anatómicas de sus genitales. 

Encontraron que las primeras poseían un glande clitoriano (su estructura es similar a la del pene), de tamaño muy inferior y una distancia un 30% mayor desde el clítoris interno a la vagina. A pesar de que los autores obviaron el aspecto predominantemente psicológico del trastorno, consideran que sus resultados son consistentes y arrojan importantes luces a un área de estudio altamente inexplorada.

Hasta este momento y hasta obtener otras evidencias de estas limitaciones físicas, lo viable es, consultar a un especialista para desprenderse de las constricciones psicosociales seguirá, siendo el tratamiento más eficaz de esta disfunción sexual