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jueves, 10 de agosto de 2017

DANIEL GOLEMAN Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Daniel Goleman y la Inteligencia emocional
emociones
Daniel Goleman empezó siendo periodista en  The New York Times y ahora es el gurú de la Inteligencia emocional. Pasa ya de los 70, vive un otoño muy dulce en su vida y de él llama la atención su sonrisa serena y su mirada penetrante y firme. Es como si siempre fuera capaz de ver más allá de lo que el resto percibimos, un hombre al que no se le escapan los detalles y que encuentra conexiones donde los demás solo vemos coincidencias.

Cuenta siempre que su pasión por la psicología le vino por su madre, una trabajadora social especializada en psiquiatría que acumulaba libros sobre neurociencia, sobre la mente humana y las ciencias del comportamiento. Todos aquellos volúmenes decoraron su infancia y su día a día.
Durante una época fueron poco más que textos indescifrables a los que acudía con inexplicable fascinación, pero más tarde, fueron su motivación y su camino de baldosas amarillas para llegar a ser lo que es ahora: el mayor divulgador de la inteligencia social en cualquiera de sus vertientes, la educativa, la organizacional, la asociada al liderazgo…
¿Qué es realmente la inteligencia emocional?
Esta dimensión responde a otro modo de entender  la  inteligencia más allá de los aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad para resolver problemas. Hablamos ante todo de nuestra capacidad para dirigirnos con efectividad a los demás y a nosotros mismos, de conectar con nuestras emociones, de gestionarlas, de auto-motivarnos, de frenar los impulsos, de vencer las frustraciones…
A su vez, Goleman explica que dentro de su enfoque sobre la inteligencia emocional hay cuatro dimensiones básicas que la vertebran:
inteligencia E·
La primera es la auto-conciencia, y hace referencia a nuestra capacidad para entender lo que sentimos y de estar siempre conectados a nuestros valores, a nuestra esencia.
El segundo aspecto es la auto-motivación y nuestra habilidad por orientarnos hacia nuestras metas, de recuperarse de los contratiempos, de gestionar el estrés. La tercera tiene que ver con la conciencia social y con nuestra empatía.

El cuarto eslabón es sin duda la piedra filosofal de la Inteligencia Emocional: nuestra habilidad para relacionarnos, para comunicar, para llegar acuerdos, para conectar positiva y respetuosamente con los demás.
 Como curiosidad, Daniel Goleman nos recuerda en sus libros la necesidad de ser competentes en estas cuatro áreas. En caso de no hacerlo, podríamos tener, por ejemplo, al clásico directivo entrenado en Inteligencia Emocional pero que solo ha llegado a a asumir la auto-conciencia, pero no su capacidad de empatizar con los demás, de entender esos mundos ajenos a las propias necesidades y valores. Debemos ver por tanto estas cuatro áreas como un todo.

Tolerar nuestras emociones: el primer paso para ser feliz
Para conseguir que nuestras emociones desciendan, es preciso aprender a tolerarlas. Una vez hecho esto, estaremos más dispuestos para regularlas. Es el primer paso.Ver más »

La inteligencia emocional se aprende y se puede potenciar
Tanto en su libro “Inteligencia Emocional” (1995) como en “Inteligencia Social” (2006) su autor nos explica que parte de esta habilidad, de esta capacidad, se halla en nuestra propia epigenética. Es decir, se puede activar y desactivar, dependiendo del entorno emocional y social en el que crezcamos, en el que nos eduquen.

“En el mejor de los casos, el CI parece aportar tan sólo un 20% de los factores determinantes del éxito”
-Daniel Goleman-

Sin embargo, y aquí reside la auténtica magia, la Inteligencia Emocional responde a esa plasticidad cerebral donde cualquier estímulo, práctica continuada y aprendizaje sistemático crea cambios, construye conexiones y nuevas áreas donde ser mucho más competentes en cada una de las 4 áreas antes señaladas.

Daniel Goleman señala también la necesidad de educar a los niños a través de este enfoque. Ya sea en el hogar o en la escuela, todos deberíamos ser capaces de crear un contexto válido y significativo en Inteligencia Emocional. Por otro lado, en lo que al mundo adulto se refiere, sabemos que no faltan en nuestro día a día cursos de todo tipo, que cada día se dan seminarios, conferencias y que todos tenemos además, múltiples libros y revistas a nuestro alcance para formarnos.
Lograrlo, es cuestión de voluntad, de constancia y de aplicar esa conciencia real donde hacer presentes y constantes esas claves que el profesor Goleman nos señala en sus trabajos:
Debemos detectar la emoción que hay detrás de cada uno de nuestros actos.
Es necesario que ampliemos nuestro lenguaje emocional (a veces no basta con decir “estoy triste“, hay que ser más concretos. “Estoy triste porque me siento decepcionado, algo enfadado y confuso a la vez”).

Controla lo que piensas para controlar cómo te comportas.
Buscar un por qué al comportamiento de los demás, ser capaz de entender las perspectivas y los mundos emocionales ajenos.
Expresar tus emociones de forma asertiva.
Mejorar tus habilidades sociales.
Aprende a auto-motivarte y en luchar por esos objetivos que te pueden acercar a una auténtica felicidad.

la mente
Para concluir, más allá de esa cifra que nos ofrecen los clásicos test estandarizados sobre inteligencia, existe otra esfera, otra dimensión y otra inteligencia con la cual, podemos alcanzar el éxito. Hablamos de ese éxito personal donde ser capaces de ajustar comportamientos y emociones, donde conectar mejor con los demás, donde vivir en equilibrio y armonía sintiéndonos competentes, libres, felices y realizados personalmente. Lograrlo es una aventura que conquistar a diario.

¿Sabes qué es la inteligencia intrapersonal y cómo nos ayuda?
Bucear en nuestro interior, navegar nuestros pensamientos o enredarnos en nuestra siempre plácida introspección define nuestra inteligencia intrapersonal

Artículo completo/lamenteesmaravillosa.com            

danielgoleman y la inteligencia emocional

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UN PEQUEÑO CHIP PARA CURAR TODOS LOS ÓRGANOS


Lo que una vez fue ciencia ficción ahora se está convirtiendo en una
chip cura todo
realidad: 
órganos enteros sanados simplemente tocando un pequeño chip. Los responsables del desarrollo de esta innovadora tecnología, que podría restaurar pronto cualquier órgano del cuerpo, son un equipo de investigadores de la Escuela Médica Wexner de la Universidad Estatal de Ohio y del Colegio de Ingeniería de la Universidad de Ohio en Columbus (EE. UU.).

artigoo:com/usuario/gerag



miércoles, 22 de agosto de 2012

INTELIGENCIA ARTIFICIAL



INTELIGENCIA ARTIFICIAL
La inteligencia artificial se encarga del diseño y creación de máquina muy sofisticadas capaces de tener comportamientos inteligentes, simulando el comportamiento de la mente humana. Para la comprensión de cómo surge la inteligencia artificial es necesario retrotraernos unos años, hasta llegar a la informática tradicional, especialidad que utiliza los ordenadores para resolver trabajos y darle solución a problemas por el uso de sucesión predefinida de cálculos numéricos.

La informática se encontró con infinidad de tareas y problemas que no eran posibles resolver de esa manera. Un ejemplo de esto es el juego de ajedrez: si intentamos programar un computador para que calcule las posibles combinaciones de jugadas desde el inicio del juego, nos encontramos con que esto sobrepasa su capacidad. No obstante esta tarea como muchas otras (mantener una conversación, conducir, hacer deporte etc.), que no puede resolver la informática tradicional, es realizada con facilidad por los seres humanos.

La mente humana

 Por lo que se supone que, la mente humana además de realizar cálculos, es capaz de trabajar con otro tipo de estrategias para procesar la información que recibe. Todas estas actividades precisan un cierto grado de inteligencia. Llegar a este punto es; ¿sería posible programar los ordenadores de esa “otra forma” para poder enfrentar este tipo de trabajo y problemas? Tratar de dar respuesta a esta pregunta dio origen a la inteligencia artificial, término implementado por John McCarthy, que se proponía por una parte, profundizar en el conocimiento de cómo resuelven las personas este tipo de tareas y, por otra, imaginar una nueva forma de programar ordenadores capaces de recoger la forma de pensar de la mente humana.

Por esto, la inteligencia artificial queda definida como un campo de investigación interdisciplinaria (surgido de la informática y en conexión con la psicología, la neurología, etc.), que señalaría a reproducir comportamientos inteligentes, imitando la forma de razonar de la mente humana. Aunque la inteligencia artificial nació a mediados de los años cincuenta, si acogemos el término en un sentido global, es decir, entendido como el diseño y construcción de máquinas pensantes encontramos ya éstas ideas, en la Grecia antigua con Aristóteles.

En los árabes medievales, en la obra de Ramón Llull y en el Renacimiento, época en que aparecieron los primeros autómatas, con la única función de entretener a la nobleza. Jacques Vaucanson construyó su famoso pato mecánico que graznaba e incluso imitaba la conducta de comer y defecar, De ese tiempo datan también los primeros fraudes, como la máquina que jugaba el ajedrez y que, en realidad, estaba manipulada por una persona escondida en su interior. En el siglo XIX un investigador excéntrico llamado Babbage construyó la primera máquina analítica, mediante engranajes de madera cuyo coste excesivo lo llevó a la ruina.

Ordenadores modernos

Entre ruinas fraudes y avances científicos se llega al siglo XX, en que aparecen los ordenadores modernos. Pero es también el tiempo en que aparece la discusión sobre si es posible calificar de inteligente a una máquina: no es lo mismo ser capaz de llevar a cabo tareas concretas que realizan los seres inteligentes, que ser inteligentes. Para 1950, Alan Turing, uno de los pioneros de la inteligencia artificial, propuso como test para dar con la respuesta a esta cuestión el diálogo con la máquina; si no nos es posible distinguir sus respuestas de las de un hombre, entonces es inteligente.

Cuando apareció la inteligencia artificial como una nueva disciplina se le auguró un avance espectacular, y que realmente no cumplió estas expectativas, por lo que tuvo que enmarcarse en objetivos más modestos. Pasado los primeros tiempos de euforia, devino una época oscura de la que se salió a mediados de los años sesenta, con los primeros éxitos en los llamados sistemas expertos, máquinas preparadas para realizar tareas muy especializadas, algunas incluso mejor que el hombre.



Entre ellas es bueno resaltar el sistema Mycin aplicado al campo de la medicina, que ha obtenido un porcentaje de aciertos en el diagnóstico de enfermedades infecciosas superior al de un médico; los programas de ajedrez que han vencido a campeones como; Gary Kasparov, el ordenador que simula la personalidad de una persona paranoide, los ordenadores músicos que crean composiciones musicales, e incluso un robot pianista que ha tocado en las mejores orquestas de Japón.

Período IV

Finalmente; se podría hablar de un cuarto período en la inteligencia artificial, con la aparición de los sistemas de redes neuronales, que simulan las facultades superiores de la inteligencia. El mayor reto que tiene esta disciplina ahora, es crear robots con sentido común, que aprendan con la experiencia y que desarrollen por si solas cierto nivel de inteligencia, Tenemos a CYC, cuyas reglas de razonamiento le permiten entender que si rompe un trozo de madera se obtienen dos pedazos más pequeños, pero que de una mesa rota, no se sacan dos mesitas.

El proyecto de robot inteligente más ambicioso es COG, cuya meta es desarrollar una inteligencia comparable a la de un niño de dos años. ¿Hacia dónde nos lleva la inteligencia artificial? Hay quienes imaginan un avance progresivo de las máquinas con la posibilidad de que la humanidad sea sustituida por computadores superinteligentes, hay quienes le echan la culpa a la literatura de especular con ciencia ficción y al cine fantástico de alimentar nuestra imaginación y aseguran que no puede plantearse la creación de un ser semejante, a nosotros; la inteligencia humana supera la artificial, y esta está al servicio del hombre. 

 




http://artigoo.com/usuario/gerag