Un nivel alto de ácido úrico protege del Párkinson
Tener
un nivel alto de ácido úrico protege contra el párkinson Por contra, un nivel bajo aumenta las
probabilidades de desarrollar la enfermedad.
En
los hombres, tener
un alto nivel de ácido úrico en la sangre puede ser señal de una menor
probabilidad de desarrollar la enfermedad de Parkinson,
según un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Pensilvania
(EE.UU.) y publicado en la revista Neurology.
La enfermedad
de Parkinson suele aparecer en las personas mayores de 60 años y
sus síntomas principales son temblores, rigidez, lentitud de movimientos y
problemas de equilibrio y coordinación. Estas señales o manifestaciones físicas
van empeorando con el tiempo, dificultando la realización de las labores más
habituales del día a día.
Ahora,
una nueva investigación ha determinado que el
urato o ácido úrico, que estudios anteriores ya lo habían sugerido como escudo
protector de las neuronas,
puede prever las posibilidades de desarrollar párkinson.
Para
ello, los expertos examinaron
a 90.214 participantes en
tres grandes estudios en curso, llevando a cabo análisis de sangre con objeto
de medir los niveles de ácido úrico de cada uno de los voluntarios. Hasta 388
personas desarrollaron la enfermedad de Parkinson en el transcurso del estudio.
Combinando
sus resultados con otros estudios previos y tras ajustar otros factores como la
edad, el tabaquismo o
el consumo de cafeína, hallaron que los
hombres con los niveles más altos de ácido úrico (6,3-9,0 mg/dL) tenían casi un
40% menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad en
comparación con los que tenían niveles bajos (menos de 4,9 mg/dL).
“Estos resultados sugieren que el
urato podría proteger contra el párkinson o retardar la progresión de la
enfermedad en sus primeras etapas antes
de que se observen síntomas. Los resultados apoyan la investigación sobre si
elevar el nivel de ácido úrico en personas con principio de párkinson puede
retrasar los efectos de la enfermedad”, explica Xiang Gao, líder del estudio.
Historia
Fuente: Muyinteresante.es