Alcanzando
la gloria en 20 segundos
Nadie lo dice pero lo piensa, cundo la pareja vecina
Carlo y Edna les pasan enfrente tomados del brazo, felices sonriendo
enamorados, rezumando satisfacción, encanto, mientras se miran amorosamente.
La
noche anterior despertaron a los moradores de las casas de al lado (vecinas),
sobre todo Edna, al calor de su batalla en la cama, por la potencia delatora de
sus gritos, que turbó la medianoche rasgando su silencio.
¡Por Dios es que no puedo evitarlo! Diría ella al
ser interrogada por una amiga al respecto, de ser delatada por sus orgasmos,
acotando como comentario obligado que esos 15/20 segundos es como tocar la
gloria. Ciertamente en un momento dado esto le produce vergüenza, esos
instantes de emoción intensa que le causan una muerte dulcísima, dándole piso a
eso que dicen los neurólogos, afirmando que en los momentos del orgasmo “el
cerebro se desconecta” debido a cambios cardiorespiratorios violentos, como
constricción de la aorta, hiperventilación (exceso de oxigeno en la sangre), o
isquemia (falta de irrigación del cerebro).
Por eso el orgasmo es lo más parecido al eslabón
perdido del sexo, puesto que esos 30 segundos en promedio del orgasmo, no solo
produce placer sino que estrecha vínculos desde el punto de vista emocional.
Especialmente el orgasmo femenino que contiene un algo cautivante, porque aún
no revela todos sus secretos para la ciencia.
El orgasmo comienza cuando termina el ciclo sexual
que comienza por la excitación, durante el cual la sangre llega al pene
masculino y al clítoris en el caso de la mujer, zonas por demás enervadas. Uno
de las cosas más incomprendidas es la eyaculación del hombre, aparentemente el
cerebro no se ve envuelto al momento de enviar la señal al pene para que el
semen salga disparado. Según esto; los expertos piensan más bien que es un
reflejo nervioso de la médula espinal.
Los estudios dicen; que son las neuronas
espinotalámicas que están insertas en la zona lumbar, quienes tienen la llave;
al estimularlas en ratas producen casi 100% de las veces eyaculaciones. Si es
cierto que la voluntad del hombre es capaz de retrasar la eyaculación, entonces
hay que pensar que el cerebro debe cumplir alguna función antes de que se
produzca el fenómeno. Incluso todavía desde el punto de vista científico, no se
ha encontrado un centro del orgasmo masculino en el cerebro, esto sigue
eludiendo el esfuerzo de la ciencia.
Volviendo a la cuestión del orgasmo masculino en el
hombre, este es corto, dura unos pocos segundos, tras los cuales necesita un
período de descanso para empezar un nuevo ciclo. Algunos sugieren que el hombre
puede tener orgasmos múltiples sin llegar a la eyaculación, llamados orgasmos
secos. El sexólogo Alfred Kinsey en su notable estudio de 1948, publicó las
primeras estadísticas acerca del orgasmo masculino: Las tres cuartas partes
alcanzan el orgasmo rápidamente, dentro de los dos primeros minutos del acto
sexual.
Una de las frustraciones más denigrantes de las
mujeres, es que existe un porcentaje bastante apreciable entre su género; de
dificultades para alcanzar el orgasmo y un porcentaje mayor que son
anorgásmicas al menos temporalmente, incapaces de llegar a la gran O.
Lamentablemente existen pocos tratamientos efectivos para ayudar a estas
mujeres, lo cual ha motivado las investigaciones sobre esta materia en la
Universidad de Rutgers, en los Estados Unidos.
Fuente: Vecino saludable, Orgasmo, por Elizabeth
Araujo