viernes, 23 de noviembre de 2012

HIPOCONDRÍA

hipocondría


La descripción de la hipocondría es tan vieja como los siglos, como la historia de la medicina. En la ancestral época hipocrática, los síntomas eran considerados como alteraciones corporales, y los griegos asociaban los cambios mentales con variaciones orgánicas en la región situada debajo del hueso xifoides (hipocondrio).

Para el siglo XVII, ya se instauró el término tal y como nos ha llegado a nuestros días; se le debe a un médico inglés, el doctor Burton, quien habla de la <<hipocondriasis>> y la define como un <<miedo aprensivo a padecer enfermedades que se escuchan o leen, aplicándolas a uno mismo, lo cual agrava o incremente el cuadro…>>. ¿Qué es un hipocondríaco? Los hipocondríacos se destacan por la preocupación, el miedo o la creencia de sufrir una enfermedad grave, a partir de la interpretación no realista de signos o sensaciones físicas que se consideran pruebas de la enfermedad temida.

Perceptores desmedidos de las sensaciones corporales, los hipocondríacos las exageran en su mente, interpretándolas de manera inadecuada, con lo que desarrollan torturantes pensamientos obsesivos de tipo catastrófico, que les producen una sensación de amenaza y temores recurrentes.
Sin embargo el hipocondríaco llega a comprender que sus temores no son del todo confiables, y aún así no puede dejar de estar pendiente de cualquier cambio corporal y de la certeza de que sobre él van a caer el sufrimiento de una enfermedad que le llevará inexorablemente a la muerte.
imaginario


No son enfermos de la imaginación

Todo esto lo lleva a vivir centrado en un horror a las enfermedades, que además se exacerba con facilidad ante cualquier información que recibe. Hoy día, en los canales de información son tan reales y existe una preocupación extrema por la salud, que el hipocondríaco se ve sometido a tal asedio de estímulos, que no es raro que los médicos se vean agobiados  por las constantes consultas de los pacientes <<imaginarios>>, dicho a la manera de Moliere. Pero no se vaya a creer que son enfermos tan imaginarios como el personaje literario.

Todo lo contrario: los hipocondríacos sufren verdadera y permanente angustia, e incluso no es nada raro que sufran de verdaderos cuadros depresivos.

Sufrir en vano

 Los hipocondríacos son entre el 15 al 20 por ciento de los pacientes en la consulta de los médicos. No obstante, se considera que en la población en general las cifras pueden incluso llegar al 34 por ciento de la población global, lo cual es horroroso si se piensa en los costes tanto personales como familiares y somáticos que ello produce. No hay diferencias importantes entre sexos, pues la hipocondría se esparce en todas las edades y condiciones. Los hipocondríacos son enfermos y la hipocondría en sí es un trastorno nada <<imaginario>>, es una enfermedad reconocida en todas las clasificaciones internacionales.