sábado, 10 de diciembre de 2016

¡LA IRA EL ODIO Y LA AGRESIVIDAD DAÑAN LA SALUD!

¡La ira, el odio, y la agresividad, dañan la salud!

La ira y agresividad son sentimientos negativos que causan serios daños a la salud. Cuando los acumulas y no encuentras manera de drenarlos, llega el momento en que naturalmente se manifiesta a través de enfermedades o síntomas. Pero ¿qué pasa en el cuerpo cuando sientes odio?

Aunque el odio es una emoción natural, perjudica la salud física y mental; altera tu estado de ánimo, generando estrés, ansiedad y hasta depresión.

resentimiento
Existe una comunicación perenne entre la mente, las emociones y el cuerpo. Cuando hay ira u odio se liberan hormonas y sustancias como la adrenalinacortisolprolactina; mientras más tiempo se vuelcan en el organismo más daño sufre el sistema inmunológico y el cuerpo en general es más susceptible, explica Robert Ader, investigador de la Facultad de Medicina y Odontología de Rochester.

Relación con el cerebro

Investigadores del Laboratorio de Neurobiología del University College de Londres encontraron que cuando se siente odio se activa la zona central del cerebro, conocida como putamen y la ínsula, ubicada en la superficie lateral.

Estas áreas son las mismas que se activan cuando se siente el amor romántico. Es lógico que estás partes se estimulen porque son pasiones que pueden llevar a cometer actos  irracionales y agresivos, explica Semir Zeki, investigador del Laboratorio de Neurobiología del University College.

El odio es el producto de resentimientos; es la cara opuesta del amor. Se expresa una actitud hostil, agresiva y repulsiva en contra de algo o alguien. Esta puede ser por frustraciones, rivalidades o envidia… Es un sentimiento inagotable que cuesta trabajo perdonar y olvidar.

Presión que no te deja sentir

Otras afecciones que ganas cuando acumulas este sentimiento adverso son una presión sanguínea y ritmo cardiaco elevado. Además, tiene muchas posibilidades de padecer alguna enfermedad del corazón.

Cuando sentimos algo negativo hacia una persona, el cuerpo entra en una lucha, esto genera cambios como el aumento de la presión sanguínea; surge la ira y el sistema inflamatorio responde a la amenaza, explica Charles Raison, director clínico del Programa Mente y Cuerpo de Emory University.

Cuando estás percibiendo ese dolor y solo deseas venganza o buscas represalias, desperdicias tu energía y pierdes el enfoque de tu presente, lo cual lleva a afecciones del sistema digestivo y nervioso.

odio


Para Irina Matveikova, especialista en endocrinología y nutrición clínica, las emociones las resiente el estómago. La tensión nos provoca un nudo o vacío ante la frustración que se somatiza o refleja en una enfermedad, hasta el grado de desarrollar una úlcera de estómago.

Aunque en el momento no sientas cambios físicos o síntomas en tu cuerpo, si se continúa alimentando el rencor el cuerpo tarde o temprano estalla afectado y pasará la factura. De ahí la importancia de sanarse emocionalmente para poder disfrutar plenamente de la vida. ¿Por qué cosas has sentido odio?


Fuente Historia original: ¿Qué pasa en tu cuerpo cuando sientes?/ odio?/http://www.salud180.com/salud-dia-dia/que-pasa-en-tu-cuerpo-cuando-sientes-odio

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¿Como ayudar a un deprimido?


deprimido

Es recomendable que cuando los matrimonios se peleen; por cualquier circunstancia, no lleguen a la fase depresiva. Es posible que discutan de una manera tal que alguno de los dos ignore la enfermedad del otro y no comprenda su conducta que; antes era dicharachera, alegre, activa, feliz, de risa fácil y luego llegar a llorar sin ninguna causa aparente, de no querer levantarse de la cama.



Toque terape¡éutico
Toque terapéutico


El toque terapéutico (TT) es un tipo de medicina energética mediante el cual el terapeuta mueve sus manos sobre el  “campo energético” del paciente, para dirigir, presuntamente, el flujo del chi o prana para que el paciente pueda sanar. El TT se basa en la creencia de que cada ser vivo tiene un “campo de energía vital“, que se extiende más allá de la superficie del cuerpo y genera un aura. 

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viernes, 11 de noviembre de 2016

¿PSICOLOGÍA CRIMINAL, TEORÍA?

¿Psicologia criminal, teoría?
La Psicología cuenta con varias herramientas teórico-practicas que permiten comprender y predecir el comportamiento humano. Entre sus herramientas se encuentran la teoría del aprendizaje, las teorías de la personalidad,  las teorías de la motivación, la teoría de grupos, la teoría de la organización y la teoría social.
La Psicología criminal

En relación al comportamiento criminal, la Psicología trata de averiguar, de conocer qué es lo que induce a un individuo a delinquir, porque la idea de castigo no le hace renunciar a sus conductas criminales. La tarea de la psicología consiste en aclarar su significado en una perspectiva histórica genética.

Psicología criminal
Con el estudio de la personalidad del delincuente se logra el psicodiagnóstico que permite la realización de un pronóstico, en base al cual pueda diseñarse un tratamiento adecuado para su readaptación, a través de una labor terapéutica integral.

En el ámbito penitenciario, la tarea psicológica implica abordar los dos aspectos del diagnóstico y del tratamiento. El trabajo psicológico con individuos delincuentes conlleva necesariamente un enfoque social, ya que el delito es una transgresión, una alteración o violación a una norma social. Por ello, la psicología parte de un diagnóstico que tiene como objetivo conocer quién es el individuo que llega a la institución penitenciaria.
El diagnóstico psicológico

El diagnóstico puede ser individual, grupal o institucional. En el diagnóstico individual se busca lograr un conocimiento de los múltiples y complejos aspectos de la personalidad del delincuente. Se utilizan por lo regular las siguientes técnicas: Historia clínica, test de inteligencia, test proyectivos, inventarios de personalidad, test de intereses y actividades, entrevistas focalizadas y abiertas, análisis de casos. Este arsenal psicométrico debe ser utilizado con un criterio profesional y un enfoque objetivo ya que si bien proporciona datos relevantes sobre actitudes e inclinaciones de la persona, no ofrece una certidumbre al 100 % acerca del comportamiento futuro en un momento dado.
Para una realización adecuada de los estudios psicométricos se requiere de una sólida formación académica del examinador, además de experiencia clínica y sensibilidad personal. La inadecuada utilización de estas técnicas, cuando no están destinadas para el tratamiento, sino para diagnosticar a la persona y “proteger” a la sociedad, acerca a los sitemas penitenciarios a controles sociales de corte totalitario.

En el diagnóstico grupal, se busca conocer las características de un grupo especial dentro del penal, agrupados por diversas variables: tipo de delitos, edades, escolaridad, etc. Aquí pueden emplearse las siguientes técnicas: test colectivos de inteligencia, test de personalidad, test proyectivos, dinámicas grupales de simulación, dramatización, juego de papeles, etc. La técnica grupal permite desarrollar programas de sensibilización en los internos, lo cual le permite clarificar valores, actitudes y comportamientos.
Psico-criminal
En el diagnóstico institucional se intenta conocer las características psicosociales que presenta la institución o la organización. Abarca a todos los niveles de un centro de readaptación social, concebido como organización y como institución. Las técnicas que se utilizan son las entrevistas individuales, test colectivos, análisis de la comunicación organizacional, formal e informal, diagnóstico de procesos organizacionales, del clima organizacional, grupos informales, liderazgo, etc. El profesional de la psicología puede jugar un rol de agente de cambio interviniendo para realizar programas de capacitación dirigidos al personal administrativo y custodios implementando programas de formación de equipos de trabajo, de liderazgo, motivación laboral y de sensibilización en el trato con los y las internas.
Así como optimizar los recursos humanos que colaboran en el centro penitenciario y disminuír con ello los índices de violencia que se presentan en su interior. Es necesario valorar la aportación de la psicología al interior de un centro penitenciario, ya que su intervención permitirá fortalecer los objetivos de readaptación de los internos, sobre todo si se considera que la situación al interior de dichos centros es realmente explosiva por los problemas de sobrepoblación, rezago en la revisión de expedientes, etc. 
                                                                                                  
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¿Café contra la depresión?

TAZA DE CAFÉ


Tómate una taza de café. Puede hacer bastante por tu estado anímico. Desde hace tiempo se sostiene en círculos científicos que previene el cáncer, protege la próstata, reduce el riesgo de mal de Parkinson, tiene efectos antioxidantes y es diurético, y ahora se le suma una nueva propiedad: Antidepresivo.
En una investigación realizada entre 50 mil estadounidenses, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, establece; las mujeres que beben dos o más tazas de café al día, son menos propensas a deprimirse. “No está claro porque tiene este efecto, pero los autores creen que la cafeína en el café puede alterar la química cerebral. De hecho, el café descafeinado no tiene el mismo efecto”, reseñó la agencia de noticias BBC en su website/www.bbc.co.uk.   



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martes, 11 de octubre de 2016

LAS LOCURAS DE LOS MATASANOS DEL PASADO

Las locuras de los matasanos del pasado
Sangrías, pócimas con huesos de muertos, castraciones… Lo hacían con buena intención, pero el desconocimiento llevó a muchos doctores a cometer atrocidades.
La historia de la medicina tiene algunos puntos oscuros, en la forma de errores, prácticas sin sentido, conceptos anatómicos disparatados e ideas extravagantes que determinados médicos aplicaron sin piedad a sus pacientes. Algunas de estas prácticas perduraron siglos, hasta que la investigación seria consiguió dejarlas de lado. Otras no pasaron de ser experimentos puntuales, tan inútiles como sorprendentes.
anagoria
Una de las publicaciones médicas más prestigiosas de la historia debe su nombre a un error descomunal: The Lancet, fundada en 1823 y todavía existente hoy en día. Se llama así por la lanceta, un instrumento básico en el equipamiento de todos los médicos de tiempos pasados, que lo empleaban fundamentalmente para llevar a cabo sangrías.
 Hay ideas y procedimientos que no estarían fuera de lugar en una novela de terror
Según cuenta Douglas Starr en su libro Historia de la sangre, la práctica de forzar el sangrado ha sido la que mayor tiempo ha perdurado: más de 2.500 años desde que apareciera en las antiguas civilizaciones griega y egipcia. Su origen es incierto, si bien suele relacionarse con la llamada teoría de los humores –los cuatro elementos (flema, bilis negra, bilis amarilla y sangre), de cuyo equilibrio dependía la buena salud–, formulada por los griegos. Purgar el cuerpo de la sangre mediante extracciones continuas permitía restablecer este equilibrio y curar desde la neumonía a las jaquecas, pasando por la hipertensión o las fracturas de hueso.
Y ello a pesar de que jamás pudo demostrarse ni uno solo de estos efectos. Este método contó con partidarios tan entusiastas como Guy Patin, decano de la Facultad de París, que en el siglo XVII la creyó un remedio milagroso. Además de utilizarla profusamente en pacientes de toda edad y condición, predicaba con el ejemplo: sangró a su mujer doce veces por una congestión, a su hijo veinte veces por una fiebre, y a su octogenario suegro y a él mismo en siete ocasiones por un catarro.
Transfusiones animal-ser humano
No fue esta la única práctica temeraria relacionada con la sangre: en el siglo XVII Jean-Baptiste Denis, médico de Luis XIV, estaba interesado en experimentar los efectos de la transfusión de sangre animal a los seres humanos. Tras un año de prácticas preliminares entre distintos animales, en 1667 inyectó sangre de ternero a un hombre que sufría de violentos y repentinos ataques de cólera. El razonamiento de Denis era que la mansedumbre natural del bóvido se trasladaría a su paciente y frenaría sus trastornos.
Denis ni sus colegas ingleses, que se entregaron a experimentos similares, podían saber entonces que las proteínas de la sangre animal son incompatibles con las de la humana: por consiguiente, lo que estaban haciendo realmente era disparar el sistema inmunológico del enfermo. Este producía enormes cantidades de anticuerpos para rechazar las células invasoras: “Los riñones se esfuerzan por filtrar la hemoglobina tóxica y los fragmentos de células. Los glóbulos rojos mueren a millones y la hemoglobina oxigenada ennegrece la orina”, cuenta Starr.
La osadía provocada por la falta de información preliminar y las suposiciones audaces han dado lugar, a lo largo de los siglos, a un apreciable número de prácticas pseudomédicas con resultados entre lo absurdo y lo homicida. Es obvio que, con los conocimientos de sus respectivas épocas, poco podían saber los galenos sobre lo que realmente hacían, y estaban convencidos de actuar en beneficio de sus pacientes y de la ciencia médica. Con todo, hay ideas y procedimientos que no estarían fuera de lugar en una novela de terror… O de humor negro.
Lejos de ser formuladas por individuos extravagantes, algunas de las teorías y terapias de mayor desarrollo nacieron de profesionales de la medicina muy respetados en su época. Un buen ejemplo es el alemán Georg Stahl (1660-1734), creador de la llamada teoría del animismo: era el ánima –el alma– la que albergaba la causa última de la vida y controlaba los procesos orgánicos, por lo que muchas enfermedades se debían a actividades mal orientadas del espíritu.
La fiebre no era sino la lucha anímica por expulsar la enfermedad, por lo que no debía combatirse. Además de esta teoría, dudaba de la eficacia del opio o de la quinina, yrecomendaba la castración como remedio contra las hernias. Hay que decir que Stahl llegó a ser médico personal del rey Federico Guillermo I de Prusia, que falleció a la edad de 52 años.
El sistema varió poco a través de los siglos: la lanceta –un afilado cuchillo de doble filo– abría una vena con un corte diagonal o longitudinal, mientras un torniquete controlaba el flujo de sangre, que se recogía en un recipiente calibrado para medir las cantidades.
sanguijuelas

Sanguijuelas curativas 
También fue grande la influencia de François Joseph Victor Broussais (1772-1838), catedrático de Patología en la Universidad de París, que basó toda su terapéutica en el principio de irritación: la vida misma no era sino el producto de esa reacción, que excitaba los procesos químicos del organismo y, cuando era excesiva, llevaba a la inflamación gastrointestinal, fuera cual fuera la enfermedad. Tuberculosis, sífilis y trastornos mentales se originaban en el intestino, así que no valía la pena recurrir a la localización en los diagnósticos.
Si la idea era peligrosa, su terapia lo era más aún: reducir las inflamaciones mediante un régimen bajo en calorías y el sangrado –otra vez– utilizando sanguijuelas. Broussais llegó a ser tan popular que Francia tuvo que importar estos hirudíneos para atender la demanda: si en 1825 se utilizaron algo más de dos millones de estos invertebrados, para 1833 la cifra superó los 41 millones.
Resulta curioso que, en ocasiones, las ideas estrambóticas procedan de profesionales que en otros campos hicieron contribuciones valiosas a la ciencia médica. Fue el caso de Pierre Adolphe Piorry (1794-1879), que en el siglo XVIII contribuyó a mejorar el diseño de los estetoscopios y realizó avances indiscutibles en el campo del diagnóstico por percusión o pleximetría. El problema fue que declaró que cada órgano –pulmones, hígado, corazón– tenía un sonido propio con el que respondía a la percusión, algo que se demostró completamente falso.
Por su parte, Jean Baptiste Brouillard (1796-1881), que realizó grandes avances sobre las enfermedades del aparato circulatorio y del sistema nervioso, pasó sus últimos años defendiendo las sangrías como terapia, a pesar de que por entonces su eficacia estaba más que cuestionada. Además, no dejó de desautorizar las investigaciones de Louis Pasteur.
Sin embargo, estas excentricidades eran peccata minuta al lado de ciertos experimentos.¿Qué tienen en común las flatulencias y la decapitación? Nada, en principio, salvo por los años 1814 y 1815, en que el médico François Magendie consiguió que el Gobierno de París le proporcionara los cadáveres de cuatro guillotinados con la idea de estudiar los gases que aún contenían sus estómagos.
 Como habían recibido su última comida un par de horas antes de la ejecución, “la digestión estaba plenamente activa en el momento de su muerte”, según escribió. Magendie extrajo gas de cada cuerpo en cuatro puntos del aparato digestivo, y midió sus componentes. Sus conclusiones fueron que la mayor cantidad de hidrógeno no estaba contenida en el condenado que había comido lentejas, sino en el que había elegido queso gruyer y pan. Es para preguntarse si el resultado de sus investigaciones mereció pasar por un proceso tan macabro.
Los siglos anteriores ya habían visto la aparición de otras prácticas aberrantes basadas en el principio de correspondencia que prevaleció antes de la llegada de la medicina moderna. Por ejemplo, Plinio el Viejo escribió que los heridos se curaban matando un animal con el mismo hierro que los había herido a ellos y comiendo su carne, y estaba convencido de que el hierro que había quitado una vida humana tenía virtudes terapéuticas. Eran creencias que estaban relacionadas con el influjo que se suponía tenían los cadáveres sobre los vivos.
disección

Las propiedades 'benéficas' de un cadáver
Dicho influjo se manifestaba en sus supuestas propiedades curativas, recogidas por el historiador Philippe Ariès: “La lista de las propiedades benéficas del cadáver llega incluso albrebaje afrodisiaco, compuesto a partir de los huesos calcinados de cónyuges felices y de amantes muertos. Los vestidos de los muertos, un fragmento incluso, curan los dolores de cabeza y las hemorroides”.
Uno de los principales defensores de esta creencia fue el médico luterano alemán Christian Friedrich Garmann, autor del libro póstumo De miraculis mortuorum, donde incluía la receta del agua divina, de propiedades prácticamente milagrosas: el ingrediente principal era el cadáver de un hombre que gozara de buena salud, pero que hubiera fallecido de muerte violenta.
Ese cuerpo se cortaba en trocitos, incluidos huesos y vísceras, se mezclaban bien con la sangre y se reducían a líquido en un alambique. El producto resultante era un test infalible para determinar si un enfermo iba a curarse o no. Al brebaje se añadían unas gotas de su sangre y si estas no se disolvían era señal de muerte. Ariès advertía de que este tipo de preparados, por razones obvias, eran muy costosos y complicados de preparar y, por tanto, estaban reservados a la gente adinerada o poderosa.
Uno de estos afortunados fue el rey Carlos II de Inglaterra (1630-1685), que durante su última enfermedad bebió una poción de 43 gotas de extractos de cráneo humano. Tuvo que llegar Pasteur para poner freno a tanta utilización de compuestos procedentes de cadáveres.
Hubo otros casos de experimentos cuestionables, cuyos sujetos, por no decir sus víctimas, fueron personas de estratos sociales más bajos. Quizá el más espectacular fuera el que se dio a principios del siglo XIX en Estados Unidos y fue recogido, al igual que el de Magendie, por Mary Roach en su libro Glup. Aventuras en el canal alimentario. Ocurrió que, a los dieciocho años, el trampero Alexis Saint Martin quedó gravemente herido a consecuencia de un disparo en el costado; tan gravemente, de hecho, que la herida nunca llegó a cerrarse.
El estropicio se convirtió en una fístula donde el agujero en el estómago se unió con los agujeros superiores en los músculos y la piel. Este fenómeno sugirió a William Beaumont, el mismo cirujano que había operado a Saint Martin, la idea de que se encontraba ante una oportunidad única y estupenda para experimentar de primera mano con la acción directa de los jugos estomacales.
Durante varios años, utilizó el orificio para introducir en el estómago del trampero diversos alimentos atados con un cordel, que recuperaba unas horas después. Algunos habían desaparecido, plenamente digeridos, como si los hubiera ingerido por el procedimiento normal; otros permanecían más o menos intactos, como era el caso de la carne cruda.
¿Qué consiguió Beaumont tras años de someter a su paciente a este método de alimentación alternativa? Según Roach, “que la digestión es química, no mecánica, pero los científicos europeos habían descubierto lo mismo dos siglos antes usando animales. Que la proteína se digiere más fácilmente que la materia vegetal. Y que los jugos gástricos no necesitan de las fuerzas vitales del cuerpo. No demasiado, en resumen”.
Dejando aparte que sobrestimó la importancia de los ácidos gástricos, pasando completamente por alto el papel de la pepsina y de las enzimas pancreáticas presentes en el intestino delgado. No faltaron las sospechas de que la aparición de una herida tan curiosa no fue casual, sino que fue intencionadamente creada por el propio Beaumont, que ya tenía en mente utilizar al trampero como conejillo de Indias. No obstante, ya se sabe: todo por el bien de la ciencia… Y en muchas ocasiones por el mal del paciente.




sábado, 10 de septiembre de 2016

CERO ABSOLUTO

Cero absoluto


El concepto de cero absoluto no hace referencia a los cero grados convencionales de la escala Celsius, sino que tiene relación con una medida extrema de frío. Más concretamente, el cero absoluto es, según algunos científicos, la tendencia del universo hacia la congelación definitiva.

Desde el punto de vista de la física, la idea de cero absoluto surgió en el siglo XlX, cuando se determinó la escala absoluta de temperatura y se concluyó que nada puede ser más frío que el cero absoluto, es decir, el estado en el que los átomos dejan de producir energía.

Cero absoluto

La idea fundamental del concepto

Quienes estudian el universo recuerdan que todo el calor y la energía que estuvieron presentes en el comienzo del tiempo (el conocido Bing Bang) se va desvaneciendo lenta y gradualmente. En consecuencia, si el calor se reduce a una determinada velocidad esto quiere decir que llegará un momento en el que no habrá calor ni energía sino que se impondrá un enfriamiento total del universo. Esta tendencia gradual pero constante hacia la congelación recibe el nombre de cero absoluto. -En otras palabras, el cero absoluto representa el posible final de todo lo que existe en el universo-.

La escasez de energía que poco a poco se produce en el conjunto del universo es un proceso inexorable y, por lo tanto, en algún momento dejará de haber energía. Así, el cero absoluto es lo mismo que la falta de energía que previsiblemente ocurrirá en un futuro muy lejano y que no resulta fácil calcular cuándo.

Las consecuencias del cero absoluto y el fin del universo
Según los expertos en este fenómeno, cuando se produzca el cero absoluto los soles se consumirán y los planetas serán destruidos en su totalidad. De esta manera, no habrá reacciones químicas ni reacciones biológicas y la vida tal y como la entendemos dejará de existir.

Los estudiosos del universo sostienen que la idea de cero absoluto se podría comparar con un reloj que ya no tiene cuerda y deja de funcionar. Por otra parte, el cero absoluto equivale a la nada, un concepto de difícil comprensión para la mente humana.

Hielo

Pensar en un universo sin nada es lo mismo que imaginar la totalidad de lo real sin estrellas, sin agujeros negros o sin enanas blancas. En esa gran nada no habrá neutrones ni protones, simplemente oscuridad y frío.

La idea de cero absoluto nos recuerda a algunos relatos mitológicos o religiosos, es decir, el fin de los tiempos o la destrucción de la humanidad por alguna catástrofe

Ante la tendencia del cero absoluto (que implica el fin del universo) algunos científicos sostienen que no es tan evidente que el universo vaya a desaparecer, ya que la existencia de la energía oscura demuestra que el universo se expande permanentemente.

Definicion ABC http://www.definicionabc.com/ciencia/cero-absoluto.php








jueves, 11 de agosto de 2016

Tabby no es una estrella como cualquiera


Tabby no es una estrella como cualquiera

Tabby

La enigmática estrella que pierde brillo y obsesiona a los que creen en vida extraterrestre. Tabby no es una estrella como cualquiera. Es completamente distinta a las otras 150.000 que el telescopio espacial Kepler está observando.

Su comportamiento es tan extraño que ha disparado todo tipo de teorías, incluida una que incluye tecnología alienígena. Lo que ocurre con Tabby -o KIC 8462852- es que tiene unos misteriosos puntos oscuros que aparecen y desaparecen que fueron descubiertos el año pasado.
Estos puntos no pueden deberse al paso de planetas, pues de ser así, su frecuencia sería regular, lo que indicaría la duración de una órbita.
Estos oscurecimientos se producen en momentos inesperados, y según la Agencia Espacial de EE.UU. (NASA, por sus siglas en inglés), la intensidad de la luz puede llegar a caer hasta un 20% antes de volver a recuperarse.
"Nunca hemos visto algo como esta estrella", comentó recientemente Tabetha Boyajian, astrónoma de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, y quien primero investigó en detalle a KIC 8462852 (de allí el nombre de Tabby).

"En un momento pensamos que se debía a una falla en los datos o a algún movimiento del telescopio, pero todo ha sido revisado", agregó.

Colisión planetaria
Mientras Boyajian se sigue rompiendo la cabeza, el astrónomo Jason Wright, de la Universidad Estatal de Pensilvania, tiene la hipótesis de que los puntos de luz deben a una megaestructura construida por una civilización alienígena para abastecerse de energía, y son la trayectoria del objeto delante de la estrella.
Pero esta teoría carece de evidencias. Así que los científicos aseguran que no puede tratarse de actividad alienígena.
1.000 días y una caída en picada
de una colisión planetaria.

Otra propuesta habla de una colisión planetaria, y la discusión que estaba tomando más fuerza era la de una nube de cometas que se desintegraron debido a la gravedad de la estrella.
Pero los últimos hallazgos han echado por tierra esta teoría, pues los datos de Kepler indican que Tabby se ha ido apagando.

En un estudio realizado por expertos del Instituto CalTech, en California, y el Instituto Carnegie, indica que en los últimos 1.000 días de observación, las caídas de luz se han oscurecido progresivamente a un ritmo de un 1% al año.

Pero lo que ha dejado perplejo a los expertos es que en los últimos 200 días, este oscurecimiento ha aumentado con más rapidez, a un ritmo de más del 2%. Esto es -según los expertos- un caso sin precedentes para una estrella tan parecida al Sol.

"La parte que realmente me sorprendió fue lo rápido que se ha ido apagando", le dijo al sitio Gizmodo Ben Montet, uno de los investigadores del estudio publicado en el sitio arXiv para que otros expertos lo revisen. Así que todavía no sabemos qué puede estar causando este comportamiento tan extraño de Tabby. Es muy poco probable que se trate de extraterrestres, pero según varios medios científicos, cuando sepamos lo que es, seguro alterará lo que sabemos de astronomía.

Fuente Historia: BBC. Mundo






martes, 12 de julio de 2016

El poderoso 'efecto anti-envejecimiento' de la granada

El poderoso ‘efecto anti-envejecimiento’ de la granada

La flora intestinal utiliza las granadas para producir urolitina A, compuesto que promueve la regeneración mitocondrial deteriorada con el envejecimiento.



La sarcopenia es la pérdida progresiva de la masa muscular asociada al sedentarismo y, sobre todo, al proceso natural del envejecimiento. De hecho, se estima que un 30% de las personas mayores de 60 años y hasta un 50% de las que ya superan los 80 padecen esta sarcopenia. Sin embargo, puede que haya un remedio para combatir, cuando no prevenir, esta sarcopenia. Y para ello no se necesita tomar ningún fármaco. De hecho, y según muestra un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), tan solo habría que comer granadas.

Concretamente, el estudio, publicado en la revista «Nature Medicine», muestra que la urolitina A, metabolito producido por nuestra flora intestinal a partir de unos compuestos que se encuentran en las granadas, es capaz de potenciar la renovación de las mitocondrias –esto es, los orgánulos responsables de generar la energía de las células– y, así, evitar el deterioro muscular asociado a la edad. O así sucede, cuando menos, en modelos animales.

Como explica Johan Auwerx, director de la investigación, «la urolitina A es la única molécula conocida con capacidad de relanzar el proceso de reciclaje de las mitocondrias. Además, esta urolitina A es una sustancia completamente natural, y su efecto es tan poderoso como cuantificable».

‘Efecto anti-envejecimiento’

En la primera fase del estudio, los autores utilizaron el modelo animal favorito de los científicos de todo el mundo para los experimentos sobre envejecimiento: el nematodo ‘Caenorhabditis elegans’, tipo de gusano que alcanza la vejez a los 8-10 días de vida. Y de acuerdo con los resultados, la administración de urolitina A permitió que los ‘gusanos’ aumentaran en hasta un 45% su esperanza de vida.
En segundo lugar, los investigadores utilizaron un modelo animal más clásico –ratas– en el que, tal y como sucede con ‘C. elegans’, se ha observado una acusada reducción de la cifra de mitocondrias como consecuencia de la edad. ¿Y qué sucedió en este caso? Pues que la administración de urolitina A permitió que las ratas ya envejecidas –esto es, que ya habían cumplido su segundo año de edad– tuvieran una resistencia hasta un 42% mayor a la hora de correr en las ruedas de sus jaulas.
La urolitina A es la única molécula capaz de relanzar el proceso de reciclaje de las mitocondrias Johan Auwerx
En consecuencia, parece que la urolitina A es capaz de ralentizar el proceso de envejecimiento en nematodos y ratas. Y exactamente, ¿cómo lo hace? Pues simplemente, estimulando un proceso denominado ‘mitofagia’ en el que las mitocondrias dañadas o envejecidas son degradadas para que puedan ser reemplazadas por unas nuevas más ‘sanas’ y funcionales.
Como apunta Patrick Aebischer, co-autor del estudio, «según envejecemos, la capacidad de las células para llevar a cabo la mitofagia es menor. Un aspecto a tener en cuenta dado que la reducción de la mitofagia en el músculo está considerada como una de las principales causas del deterioro muscular asociado a la edad. Creemos que nuestro trabajo, en el que se describen los beneficios para la salud de la urolitina A, es ciertamente prometedor para la reversión del envejecimiento muscular».


Urolitina para todos



Sin embargo, las granadas no contienen urolitina A. Y es que las granadas solo contienen unos precursores –los ‘elagitaninos’, taninos hidrolizables también presentes en otras frutas y las nueces– que posteriormente serán degradados a esta urolitina A por las bacterias que componen nuestra flora intestinal. Y a veces, ni eso: la cantidad de urolitina A producida por el microbioma varía de forma muy significativa entre las personas, habiendo incluso individuos que no son capaces de producirla. Es decir, no tiene sentido correr hasta la frutería para comprar granadas, pues puede que no sirvan de nada.
La buena noticia es que los autores ya están trabajando en una solución. Concretamente, han contactado con una compañía emergente, Amazentis, para determinar cuáles son las dosis adecuadas de urolitina A y, llegado el caso, administrarla tal cual en la población humana. De hecho, ya han puesto en marcha un ensayo clínico con seres humanos que se está desarrollando en varios hospitales europeos.

Pero aún hay una segunda cuestión pendiente: esta urolitina A, ¿también funciona en humanos? Pues según indica Johan Auwerx, «sería ciertamente sorprendente que la urolitina A no fuera efectiva en humanos. Especies tan alejadas en la evolución como ‘C. elegans’ y las ratas reaccionan de la misma manera a esta sustancia. Un resultado que indica que estamos hablando de un mecanismo esencial para los seres vivos».

Como concluye Chris Rinsch, co-autor de la investigación, «la función de la urolitina A es el producto de millones de años de evolución paralela entre plantas, bacterias y animales. Y los precursores de la urolitina A se encuentran, además de en las granadas, en las nueces y las bayas, aun en menor cantidad. Pero en primer lugar, la bacteria debe ser capaz de digerirlos para producir la urolitina A en nuestros intestinos».


Fuente Historia: ABC Salud