miércoles, 22 de agosto de 2012

INTELIGENCIA ARTIFICIAL



INTELIGENCIA ARTIFICIAL
La inteligencia artificial se encarga del diseño y creación de máquina muy sofisticadas capaces de tener comportamientos inteligentes, simulando el comportamiento de la mente humana. Para la comprensión de cómo surge la inteligencia artificial es necesario retrotraernos unos años, hasta llegar a la informática tradicional, especialidad que utiliza los ordenadores para resolver trabajos y darle solución a problemas por el uso de sucesión predefinida de cálculos numéricos.

La informática se encontró con infinidad de tareas y problemas que no eran posibles resolver de esa manera. Un ejemplo de esto es el juego de ajedrez: si intentamos programar un computador para que calcule las posibles combinaciones de jugadas desde el inicio del juego, nos encontramos con que esto sobrepasa su capacidad. No obstante esta tarea como muchas otras (mantener una conversación, conducir, hacer deporte etc.), que no puede resolver la informática tradicional, es realizada con facilidad por los seres humanos.

La mente humana

 Por lo que se supone que, la mente humana además de realizar cálculos, es capaz de trabajar con otro tipo de estrategias para procesar la información que recibe. Todas estas actividades precisan un cierto grado de inteligencia. Llegar a este punto es; ¿sería posible programar los ordenadores de esa “otra forma” para poder enfrentar este tipo de trabajo y problemas? Tratar de dar respuesta a esta pregunta dio origen a la inteligencia artificial, término implementado por John McCarthy, que se proponía por una parte, profundizar en el conocimiento de cómo resuelven las personas este tipo de tareas y, por otra, imaginar una nueva forma de programar ordenadores capaces de recoger la forma de pensar de la mente humana.

Por esto, la inteligencia artificial queda definida como un campo de investigación interdisciplinaria (surgido de la informática y en conexión con la psicología, la neurología, etc.), que señalaría a reproducir comportamientos inteligentes, imitando la forma de razonar de la mente humana. Aunque la inteligencia artificial nació a mediados de los años cincuenta, si acogemos el término en un sentido global, es decir, entendido como el diseño y construcción de máquinas pensantes encontramos ya éstas ideas, en la Grecia antigua con Aristóteles.

En los árabes medievales, en la obra de Ramón Llull y en el Renacimiento, época en que aparecieron los primeros autómatas, con la única función de entretener a la nobleza. Jacques Vaucanson construyó su famoso pato mecánico que graznaba e incluso imitaba la conducta de comer y defecar, De ese tiempo datan también los primeros fraudes, como la máquina que jugaba el ajedrez y que, en realidad, estaba manipulada por una persona escondida en su interior. En el siglo XIX un investigador excéntrico llamado Babbage construyó la primera máquina analítica, mediante engranajes de madera cuyo coste excesivo lo llevó a la ruina.

Ordenadores modernos

Entre ruinas fraudes y avances científicos se llega al siglo XX, en que aparecen los ordenadores modernos. Pero es también el tiempo en que aparece la discusión sobre si es posible calificar de inteligente a una máquina: no es lo mismo ser capaz de llevar a cabo tareas concretas que realizan los seres inteligentes, que ser inteligentes. Para 1950, Alan Turing, uno de los pioneros de la inteligencia artificial, propuso como test para dar con la respuesta a esta cuestión el diálogo con la máquina; si no nos es posible distinguir sus respuestas de las de un hombre, entonces es inteligente.

Cuando apareció la inteligencia artificial como una nueva disciplina se le auguró un avance espectacular, y que realmente no cumplió estas expectativas, por lo que tuvo que enmarcarse en objetivos más modestos. Pasado los primeros tiempos de euforia, devino una época oscura de la que se salió a mediados de los años sesenta, con los primeros éxitos en los llamados sistemas expertos, máquinas preparadas para realizar tareas muy especializadas, algunas incluso mejor que el hombre.



Entre ellas es bueno resaltar el sistema Mycin aplicado al campo de la medicina, que ha obtenido un porcentaje de aciertos en el diagnóstico de enfermedades infecciosas superior al de un médico; los programas de ajedrez que han vencido a campeones como; Gary Kasparov, el ordenador que simula la personalidad de una persona paranoide, los ordenadores músicos que crean composiciones musicales, e incluso un robot pianista que ha tocado en las mejores orquestas de Japón.

Período IV

Finalmente; se podría hablar de un cuarto período en la inteligencia artificial, con la aparición de los sistemas de redes neuronales, que simulan las facultades superiores de la inteligencia. El mayor reto que tiene esta disciplina ahora, es crear robots con sentido común, que aprendan con la experiencia y que desarrollen por si solas cierto nivel de inteligencia, Tenemos a CYC, cuyas reglas de razonamiento le permiten entender que si rompe un trozo de madera se obtienen dos pedazos más pequeños, pero que de una mesa rota, no se sacan dos mesitas.

El proyecto de robot inteligente más ambicioso es COG, cuya meta es desarrollar una inteligencia comparable a la de un niño de dos años. ¿Hacia dónde nos lleva la inteligencia artificial? Hay quienes imaginan un avance progresivo de las máquinas con la posibilidad de que la humanidad sea sustituida por computadores superinteligentes, hay quienes le echan la culpa a la literatura de especular con ciencia ficción y al cine fantástico de alimentar nuestra imaginación y aseguran que no puede plantearse la creación de un ser semejante, a nosotros; la inteligencia humana supera la artificial, y esta está al servicio del hombre. 

 




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