viernes, 22 de junio de 2012

ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS



Años atrás tuvo gran despliegue la expresión “enfermedad psicosomática” que trataba de calificar aquellas enfermedades que, sin ser enfermedades propias del tejido nervioso, afectaban a órganos y sistemas diferentes, a causa de un desarreglo neural. Quedaba mucho mejor decir “tú tienes una enfermedad psicosomática” o decir “todo lo que tienes son nervios o imaginaciones tuyas”.
La influencia de las enfermedades psicosomáticas

En las facultades de medicina se enseña que del 50% de las enfermedades observables son de tipo psicosomático. Claro si aceptamos la unidad del cuerpo humano, deberíamos concluir que todas las enfermedades (descartando los accidentes o las debidas a causas ajenas al propio organismo) son de tipo psicosomático, en mayor o menor grado. “No hay enfermedades sino enfermos”, afirmó Hipócrates, y aunque es innegable que existen entidades como el asma, la úlcera gástrica o la histeria.
Cada una de ellas presenta expresiones diferentes en uno u otro enfermo. En medicina se emplea mucho el término “efecto placebo”. El término efecto placebo es aplicable, al efecto positivo o negativo producido por un tratamiento que, aparentemente, no ejerce ningún efecto sobre el organismo; este efecto está relacionado con la disposición mental del paciente hacia el tratamiento.

Experimentos

El Departamento de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona (España) realizó un experimento; dio a los enfermos ingresados unas capsulas que no contenían ningún fármaco; momentos después, pasó una enfermera avisando a los enfermos de que se habían equivocado de medicación y que las capsulas les podrían ocasionar vómitos, al cabo de un rato, la mayoría de los enfermos tuvieron nauseas y vómitos. Este experimento, como ejemplo extremo demuestra la capacidad de auto-sugestión y auto-dominio de que es capaz el ser humano.

Mentalizados con la curación

La confianza en la curación y el deseo de que esta se realice, tal como la familiaridad y amistad con el médico, son la mejor medicación que se pueda tomar. Estar bien depuesto mentalmente, no solo influye en la curación sino también en la prevención de las enfermedades. Una máxima naturista dice; “las enfermedades no se cogen, las construimos en nuestra forma de comer, actuar, pensar y vivir”. Si llevamos en nuestro interior la angustia, el odio, el rencor y el resentimiento, no es posible construir un cuerpo sano. El paradigma cristiano de; “Ama al prójimo como a ti mismo”, se puede aceptar incluso desde un punto de vista egoísta, entendiendo que el amor en nuestro interior propicia la buena salud.
Según lo antes expuesto podemos afirmar que del 50% al 70% (como mínimo) de todos los padecimientos, pueden ser influenciados benéficamente por una actitud mental positiva y armónica.